Diabetes y Trastornos del Metabolismo
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Si te han realizado el diagnostico de cirrosis hepática es muy probable que estés considerando que la vida ha terminando para ti y que tus actividades laborales, sociales y familiares, deben cambiar radicalmente. Con bastante frecuencia recibo en el consultorio pacientes que el diagnostico cirrosis hepática les ha generado ansiedad, depresión, tristeza, aislamiento, porque consideran que los cambios que les proponen los médicos para mejorar su enfermedad ,representan una perdida del disfrute y del placer de la vida. En otras palabras, que su vida ya no tiene sentido. Esto esta muy lejos de la realidad y para entender el como llegaste a una cirrosis y que puedes hacer para mejorar y cambiar el pronostico de vida voy a explicarte aquí, cuales son las causas mas frecuentes de cirrosis y como el tratar la causa y cambiar tu estilo de vida puede ser el primer paso para detener la progresión de la enfermedad.
Las 3 principales causas que puedan afectar al hígado y producir cirrosis y cáncer son:
Un hígado cirrótico se caracteriza por la presencia de nódulos de tejido hepático, rodeados por bandas de fibrosis, que impiden el paso de la sangre a las células hepáticas, llevando a la alteración del funcionamiento del hígado. Además, la presencia de bandas fibrosas altera la arquitectura de los vasos sanguíneos, aumentando la resistencia en el tejido hepático, que contribuye al aumento creciente de la presión de la vena porta (vena que suministra el mayor porcentaje de sangre al hígado), ocasionando hipertensión de la vena porta y sus complicaciones.
En las primeras etapas, la cirrosis esta compensada sin síntomas y puede presentarse con pruebas de función hepática normales. Sin embargo, los signos y síntomas de un hígado enfermo (Cansancio o fatiga, coloración amarilla de piel y mucosas, falta de apetito, pérdida de peso), así como la alteración de las pruebas de laboratorio y las probabilidades de complicarse y morir aumentan, cuando el estado de la cirrosis empeora. La cirrosis es una enfermedad que genera una gran preocupación y ansiedad en todos los pacientes que la padecen, ya que esta enfermedad está marcada además por muchos cambios y complicaciones.
Estos cambios además causan un gran impacto en el bienestar psicológico de los pacientes con cirrosis, ya que producen en el cuerpo signos, síntomas y complicaciones como:
Cuando padecemos de alguna enfermedad hepática como el hígado graso, la hepatitis crónica o la cirrosis, podría cambiar la manera en que el cuerpo utiliza los nutrientes de los alimentos. Es posible que algunas personas con enfermedades del hígado no obtengan suficientes nutrientes y pierdan o aumenten de peso.
De allí la necesidad de una dieta para enfermedades del hígado que proporcione la cantidad correcta de calorías, nutrientes y líquidos que tú necesitas para controlar los síntomas de una enfermedad hepática. Un nutricionista te ayudará a elaborar un plan alimenticio basado en el tipo de enfermedad hepática que tengas y tus requerimientos específicos. Toma nota de nuestros consejos generales para seguir una dieta adecuada, que ayude a reducir la carga de trabajo del hígado y favorecer así tu recuperación.
Es muy importante consumir cada día una variedad de alimentos de todos los grupos alimenticios (proteínas, carbohidratos, grasas saludables, agua) para permanecer en un peso saludable. Es posible que no sientas hambre o que te sientas lleno inmediatamente después de comer.
Es importante consumir la cantidad correcta de proteínas cuando tienes una enfermedad en el hígado. Los siguientes alimentos son buenas fuentes de proteínas. La cantidad de proteínas (en gramos) la especifico para cada alimento.
Algunas personas con enfermedad en el hígado tienen problemas para digerir y absorber la grasa. La grasa que no se digiere, es eliminada a través de las evacuaciones intestinales.
Los carbohidratos se encuentran en el pan, pasta, arroz, cereal, granos (arroz, avena) y vegetales con almidón (papas, maíz, granos). La enfermedad del hígado podría provocar que los niveles de azúcar en la sangre se eleven o bajen demasiado en algunas personas.
Es posible que necesites controlar la cantidad de carbohidratos que consumes para ayudarlo a controlar los niveles de azúcar en la sangre.
Es posible que necesites disminuir la cantidad de sodio en la dieta si tu cuerpo está reteniendo líquidos. Cuando retienes líquidos, tendrás inflamación en el cuerpo. Pide más información a tu médico acerca de una dieta baja en sodio. Algunos alimentos que contienen altas cantidades de sodio son:
Evita el alcohol, es tóxico al hígado, podría empeorar la enfermedad del hígado. Habla con tu médico si tienes preguntas acerca del alcohol en la dieta.
El nutricionista podría pedirle que tome suplementos vitamínicos y minerales. Pero solo puede ingerir suplementos que su médico le recomiende o autorice. Los pacientes con cirrosis hepática NO deben consumir suplementos vitamínicos que contengan hierro.
La enfermedad hepática podría provocarle problemas de salud que usted puede controlar a través de cambios en la alimentación.
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